La terapia humanista es un proceso en el que la persona aprende a gestionar sus dificultades vitales con acompañamiento, orientación y ayuda profesional.
La persona va descubriendo y adquiriendo herramientas y habilidades para la gestión y resolución de sus dificultades, mediante un vínculo terapéutico de empatía y respeto, que favorece el desarrollo de sus propias capacidades y refuerza su autonomía y autorrealización.
¿Cuándo acudir a terapia humanista?
El mejor momento para acudir es cuando se encuentran dificultades en alguna situación de la vida cotidiana o ante algún suceso extraordinario.
Principales motivos de consulta:
Estrés, ansiedad y/o malestar emocional
Dificultad para hacer frente a malestares desencadenados por algún acontecimiento como un despido, una separación, mobbing o bullying, migración, entre muchas otras causas.
Tristeza, anhedonia y/o falta de ilusión y placer
Problemas de sueño (insomnio, hipersomnia), pérdida del apetito y/o el deseo erótico, dificultades para concentrarse, desesperanza, pasividad, sentimiento de culpa o inutilidad, aislamiento y pensamientos de muerte.
Gestión emocional, autoestima y/o interacción personal
Dificultad en la gestión de emociones, problemas para establecer relaciones personales estables, profundas y consistentes, carencias emocionales, dependencias, apegos. Problemas con la alimentación, etc.
Pérdidas, duelos y/o cambios
Dificultad para afrontar la muerte de un ser querido, una ruptura de pareja, la pérdida de un trabajo o de una casa. Dificultad para hacer frente a una enfermedad, ser (o no) madre/padre, etc.