Todo el mundo tiene dificultades sexuales en algún momento de su vida. La terapia sexual es una fórmula para resolver estas dificultades consiguiendo una sexualidad más plena y satisfactoria.
¿Qué es una terapia sexual?
Se trata de una terapia donde abordar específicamente cuestiones relacionadas con el sexo. La perspectiva sexológica aporta comprensión, satisfacción y resolución con el mejor pronóstico posible a la mayoría de las dificultades habituales.
Principales motivos de consulta en terapia sexual
Eyaculación
Si la eyaculación se produce en un momento diferente al deseado ( eyaculación precoz, eyaculación retardada ) o no ocurre.
Erección
Se quiere tener erección y no se tiene cuando, como o donde se desea (disfunción eréctil o impotencia).
Orgasmo
No se tiene o no se siente orgasmo (anorgasmia), no se tiene orgasmo cuando se quiere tener (en pareja, en la penetración).
Penetración
No se logra practicar la penetración vaginal /anal y/o hay miedo, dolor, etc. (dispareunia, vaginismo, anismo).
Deseo
Se quiere tener más o menos deseo ( ganas de sexo ). Preocupa tener adicción o adversión (rechazo) al sexo /porno /masturbación.
Orientación del deseo
¿Me gustan los hombres, las mujeres, ambos, ninguno? experiencias, dudas, fantasías, aceptación (LGTBIQA+, etc.).
Identidad sexual
¿Soy hombre? ¿soy mujer? Acompañamiento a transexualidades e identidades no normativas.
Malas experiencias sexuales
Miedo a la intimidad, a los genitales, a la penetración, al sexo oral. Relaciones sexuales dolorosas, malestar tras el parto, abusos, etc.
Sexualidades minoritarias
Deseos eróticos infrecuentes o poco aceptados/ visibilizados socialmente (parafilias o peculiaridades eróticas).
Crecimiento erótico
Tener una sexualidad y unas relaciones sexuales más placenteras. A través de la terapia sexual vamos mejorando la satisfacción.
¿Qué se hace en terapia sexual?
¿Cuándo acudir a terapia sexual?
El mejor momento para acudir a terapia sexual es cuando se detecta que algo no va bien o podría ir mejor en la vivencia de la sexualidad. Si no tenemos placer, si nos gustaría tener más o menos ganas, si hay una vivencia displacentera, si sentimos que algo no nos gusta o nos gustaría vivirlo de manera más plena y satisfactoria, si tenemos ganas de probar algo y nos da miedo, etc.