Durante toda nuestra vida recibimos el mensaje de que el sexo “de verdad” es con penetración. Este mensaje se perpetúa generación tras generación, reproduciendo los patrones de erección-eyaculación, con pocos cambios. Sigue primando la idea de que el sexo (los encuentros eróticos) pasa por los genitales, sean estos los que sean y tengamos la orientación del deseo que sea.
A lo largo de nuestra historia se han fomentado las prácticas reproductivas con su consecuente obligatoriedad de erección y eyaculación intravaginal. Por otro lado se han venido prohibiendo los placeres no reproductivos, dejando fuera de esto al placer femenino. A esto le tenemos que sumar el gran daño causado al etiquetar de enfermas a aquellas mujeres que no tenían orgasmos con la penetración, haciendo caso omiso a la realidad anatómica femenina, invisibilizando el clítoris y su única función: el placer femenino.
La idea de sexo = coito está generalizada y la sufren ambos sexos. Los hombres con la angustiosa obligatoriedad de la erección y las mujeres con la insatisfactoria vivencia del modelo reproductivo y masculino del placer.
La penetración vaginal ha sido la única fórmula permitida, transmitiendo la idea errada de que el placer a través de la penetración vaginal era la única vía “saludable”. Todo ello sostenido por el uso de anticonceptivos , que si bien liberan de la concepción a la mujer no lo hacen de la obligatoriedad de la cópula.

Hoy en día sigue imperando la idea de que el sexo adulto es con penetración. La globalización y el fácil acceso a la información está conllevando difusión del sexo (que se hace) como variaciones entorno a la penetración, sin mejorar las dificultades y problemas en la vivencias de la sexualidad de jóvenes y adultos.
El camino hacia una mayor satisfacción requiere de apertura y el permiso para la experimentación erótica y la creación de los propios códigos para el placer, rebasando los frustrantes guiones impuestos. Se trata de ampliar y conocer nuestros cuerpos, de jugar al placer sin obligaciones ni imposiciones. Si te interesa anímate a empezar terapia sexual.