Desde la Sexología conocemos que sí , existen los orgasmos por estimulación del pezón/ los pezones. Ya en 1974, Mary Jane Sherfey en “The nature & evolution of female sexuality”, decía “ Desde el punto de vista anatómico , no hay absolutamente ninguna diferencia en la respuesta de las vísceras pélvicas ante la estimulación sexual efectiva, ya sea que la estimulación ocurra como consecuencia de la manipulación de la zona clitoral, del coito natural o artificial o, incluso, debido a la sola estimulación de los senos…[…] La naturaleza del orgasmo es la misma, sea cual fuere la zona erotogénica estimulada para producirlo”.
Los pezones son un maravilloso recurso con un potencial erótico desestimado. Habitúan a ser de gran ayuda en los procesos de crecimiento erótico individual y de pareja. Más allá de proporcionar o no orgasmos sí facilitan el placer y pueden intervenir en desencadenar nuevas y gratificantes experiencias, sea tocándoselos una/o misma/o , siendo tocados por otros/as o mediante infinitas estimulaciones (hielos, mordiscos , plumas, pinzas, etc.).
Diana Fernández Saro
Ante una estimulación sexual , sea la fuente del estímulo que sea ( sensorial o de la imaginación erótica), se puede dar una respuesta fisiológica de vasocongestión pelviana, y si esta llega a cierto punto puede producir la tensión de los músculos y las contracciones que crean lo que el cerebro percibe como sensaciones orgásmicas.
El orgasmo puede ser percibido en el cerebro igualmente sea cual sea la zona estimulada o la fuente de estimulación usada para producirlo.
Los pezones son zonas erógenas en ambos sexos, con destacada presencia en la respuesta sexual. Durante la excitación, en las mujeres los pezones se erectan y congestionan , las areólas se dilatan y el tejido mamario se entumece. En los hombres los pezones también se erectan y pueden tardar hasta una hora en desentumecerse.
Lo más acertado es tratar a la persona según sus propias preferencias eróticas. No hay dos pezones iguales al igual que con el resto de órganos. Cada persona tiene sus trucos, sus caminos, sus experiencias y sus pistas sobre y para el placer.
Las experiencias orgásmicas en ambos sexos se inician mediante similares componentes musculares a diferencia que en los hombres con pene, tras la estimulación se suele producir la erección del mismo.
En las mujeres lactantes los pezones cobran otras funciones, sin perder su dimensión erótica. En algunas ocasiones la función erótica aumenta y en otras se ve disminuida.
La vigilancia sobre los pezones femeninos está relacionada con la antigua tradición moral aún imperante que dice velar por la protección de la libertad y transmite y perpetúa la idea de que el cuerpo de la mujer no puede ser mostrado en público, al menos que sea una una “mujer pública”(puta) o en un entorno pornografico. Gracias a los feminismos las mujeres cada vez están menos constreñidas por estas morales aún presentes.
